Amsterdam
Fue hace tres años o siete. Era una tarde oscura, en una estrecha callejuela cerca de una de las estaciones del ferrocarril. Ella, de pie, apoyada en la pared cerca de una puerta, se fumaba la tarde mientras recibía la luz mortecina de un farol. Tenía una cara joven muy pintada. Lo que me atrajo fue la pintura, la blancura de aquella cara que parecía una mascara que solo usaba de día y de noche… y los labios rojos y brillantes, y el pelo. No había nadie más en la calle.
Me dijo que 50 dólares
Me dijo que 50 dólares
3 Comments:
Te dije 50, y ahora te digo que tu recuerdo no se ha desvanecido como esos dólares que olvidé en cualquier rincón de mala muerte donde desperdicié mi última bocanada de suerte. Entiéndeme, fueron los mejores dos minutos de mi vida. Por favor, escríbeme más a menudo y dime que tú tampoco los has podido olvidar...
wow
femme fatale....
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